28 de abril de 2009

Trabajo en equipo: Más que un skill, un reflejo de actitud



Desde muy temprano en nuestras vidas -a veces sin darnos cuenta- debemos interactuar y colaborar con nuestros semejantes, y eso implica tareas tan simples como ayudar a poner la mesa o lavar el auto con nuestro padre. Poco a poco pasamos por la escuela primaria, luego el colegio, y llegamos a una institución de educación superior creyendo que a través de los años hemos aprendido a trabajar en grupo. Quizás en éste momento, usted debe estar diciendo "eso es
mentira" y déjeme decirle que usted está en lo correcto. Cuántas veces nos ha tocado estar en un
grupo de trabajo en el cuál uno o más de los miembros simplemente decide "lucrar" del esfuerzo
del resto de los integrantes. Peor aún, en nuestros trabajos convivimos con personas que al parecer no conocen el significado de trabajo en grupo y esto dificulta la convivencia, especialmente cuando se trata de grupos de trabajo interdisciplinarios.

El trabajo en grupo tiene que ver con un aspecto cultural (o de crianza) pero en definitiva, es la actitud y disposición de la persona la que marca la diferencia a la hora de integrar un equipo de trabajo. Por un momento imaginemos un equipo de relevos en atletismo en donde uno de sus miembros no se esfuerce lo suficiente... correcto, el resto de los integrantes tendrá que redoblar esfuerzos para tratar de ganar la carrera.

¿Entonces qué hacer con estas personas?

Afortunadamente, un buen líder puede hacer que éstas personas se involucren y se comprometan con cualquiera que sea la meta, ya sea en un deporte, una presentación o un informe para la gerencia. El primer paso consiste en identificar las aptitudes de cada uno de los integrantes del grupo, de esta forma cada uno trabajará en su "especialidad". Seguidamente se recomienda crear un itinerario en el que se establezcan plazos de entrega, así se compromete a cada uno de los miembros de el equipo a avanzar juntos. Las reuniones de avance de proyectos son un buen instrumento para identificar errores a priori; en algunos casos es prudente asignar la coordinación de una de las reuniones de avance a cada uno de los miembros, esto fomenta el compromiso y el sentido de responsabilidad.

Recuerde, a lo largo de su vida encontrará personas con las que es difícil trabajar, pero está en usted el fomentar un ambiente de compromiso equiparado para lograr resultados excepcionales cada vez que dependa -y disfrute- de un esfuerzo conjunto, al final de cuentas, es una cuestión de actitud...

2 comentarios:

Josep Julián on 27 de mayo de 2009, 11:09 dijo...

En mi modesta opinión existe una sensible diferencia entre trabajar "con o en grupo" y hacerlo "como o en equipo". Un grupo puede formarse de forma espontánea, pero un equipo precisa de una disciplina interna y de unas cualidades de liderazgo que son precisamente lo que establece la diferencia.
Lo que usted propone en el plano de identificación y alineamiento de habilidades es un paso necesario (y muy importante) pero quedarían muchos más que se tienen que dar antes, al mismo tiempo o después de establecer el mapa de habilidades y el reparto de funciones. Y cito: identificación de un objetivo compartido, orientación a resultados, confianza entre los miembros del equipo, liderazgo compartido, flexibilidad, orgullo de pertenencia, capacidad sinérgica, etc.

Es por eso que existe confusión porque creemos que un grupo se comporta necesariamente como un equipo y no es así.

Un saludo.

Adrián Villalobos on 27 de mayo de 2009, 11:25 dijo...

Gracias Josep por tu comentario y aporte a Mas Que Management, en definitiva, este tipo de comentarios nos ayudan a hacer de este blog un sitio mejor.

Espero que continúes visitándonos y aportando.

Saludos,

MQM

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